En Churrotlán, nuestra historia comienza con una pasión profunda por los sabores auténticos y el deseo de crear momentos dulces que perduren en la memoria. Fundada en 1997, en el vibrante centro de Guadalajara, hemos crecido al ritmo de nuestra ciudad, inspirándonos en su rica cultura y el calor de su gente.
Nuestro fundador, un apasionado maestro churrero con raíces jaliscienses, soñó con un lugar donde la tradición y la innovación se encontraran. En Churrotlán, cada churro es más que un postre, es una experiencia: desde el clásico churro espolvoreado con azúcar y canela hasta innovaciones únicas como el Churro Canastilla y el Tapatío, que llevan un toque de creatividad y audacia que no encontrarás en ningún otro lugar.
En Churrotlán, nuestra historia comienza con una pasión profunda por los sabores auténticos y el deseo de crear momentos dulces que perduren en la memoria. Fundada en 1997, en el vibrante centro de Guadalajara, hemos crecido al ritmo de nuestra ciudad, inspirándonos en su rica cultura y el calor de su gente.
Nuestro fundador, un apasionado maestro churrero con raíces jaliscienses, soñó con un lugar donde la tradición y la innovación se encontraran. En Churrotlán, cada churro es más que un postre, es una experiencia: desde el clásico churro espolvoreado con azúcar y canela hasta innovaciones únicas como el Churro Canastilla y el Tapatío, que llevan un toque de creatividad y audacia que no encontrarás en ningún otro lugar.
Descubre por qué nuestros churros son los favoritos en Guadalajara. ¡Prepárate para un festín de sabores en Churrotlán! Aquí, cada churro es una fiesta y tú estás invitado. Nuestros churros no son solo dulces; son experiencias crujientes y doradas, hechas con amor y una pizca de magia churrera. Desde el clásico espolvoreado con azúcar hasta nuestras explosiones creativas rellenas de todo lo bueno – chocolate, caramelo, y más – hay un sabor para cada antojo y cada sonrisa.
En Churrotlán, cada visita es un descubrimiento. Ven y déjate llevar por el ambiente cálido, donde cada mordida te lleva más cerca del cielo de los churros. No importa si vienes solo o acompañado, aquí todos terminan siendo amigos bajo el hechizo del buen comer.